El día a día es un enemigo tenaz, del consumo responsable. Ya sea por la falta de tiempo para informarnos, o por ajustes de la economía familiar, lo cierto es que consumir con criterio es una tarea complicada que requiere mucho compromiso.

Vamos a ser optimistas, y pensar que en este periodo de consumo “obligatorio” tienes la oportunidad de huir de ambos problemas. Planifica con tiempo, para así poder rechazar todas aquellas compras, que no cumplan criterios justos, éticos, sostenibles...

¿Y del precio? Pues no te preocupes, rechaza todas aquellas compras que aun cumpliendo la premisa anterior, se escapen de tu presupuesto. Es posible que de esta manera, obtengas menos “cantidad” que regalar, pero estarás segura, de que para ello, no se ha explotado a personas, malgastado recursos, sacrificado empleo....

Si así se lo explicas a la persona “homenajeada”, además sensibilizas.